Según leo por ahí los expertos dicen que no debemos alimentar a los cuervos, pues si comen mucho por lo visto bajan sus estándares procreadores y es una especie en peligro de extinción. Por lo visto para que los cuervos se entreguen con entusiasmo a la procreación deben pasar un pelín al menos de hambre, lo cual permite llegar a algunas analogías muy inquietantes con el tema. A lo mejor la preocupante bajada de natalidad de nuestro país tiene que ver con que comemos demasiado, y en términos de procreación eso sale muy caro. Como las autoridades lleguen a dicha conclusión ya estoy viendo al Estado poner dietas obligatorias, ayunos intermitentes e incluso veganismo, aunque yo a los veganos tampoco los veo procreando demasiado, la verdad. Antes, cuando éramos un país pobre y no un país más o menos rico con un porcentaje más o menos grande de pobres, y la comida escaseaba y el ocio nocturno ya se sabe, procreábamos un montón y teníamos tantos hijos que nos costaba aprendernos el nombre de todos, y hay que recordar que los países que han sufrido más hambrunas son los más poblados. Bueno, dicho esto, como vamos a impedir a esos senderistas y turistas en general tan empáticos y animalistas, además de bien alimentados, que den de comer a los cuervos, esos animales tan hermosos e inteligentes que embellecen nuestras cumbres. Además la dejación de la ganadería reduce la carroña que a los cuervos los hace tan felices y tan poco procreadores. En fin, alimenta a los cuervos pero no demasiado, si quieres que sigan graznando, después de todos esta página se llama rumores y graznidos.