Me dicen que las visitas a los observatorios del Roque serán atendidas a partir de ya mismo por Inteligencia Artificial, cosa totalmente coherente si queremos ser la "Smart Island" de que presumimos. Al parecer nos informará Gara, a juzgar por el nombre una robot, que responderá a todas nuestras cuestiones con conocimiento y criterio. Bueno, Gara tiene nombre de una diosa aborigen de la fertilidad, cosa que no sé si agradará demasiado al feminismo radical, pero como lo que importa en este caso es saber más de astronomía que nosotros, cosa que en mi caso es bastante fácil, no pasa nada. Yo personalmente prefiero las explicaciones llenas de experiencia y sabiduría, no exentas de poesía, de un amigo astrónomo de gran prestigio al que he interrogado sin ninguna consideración sobre los misterios del macrocosmos e incluso del microcosmos incluida la teoría cuántica, el gato de Schrodinger y un largo etcétera, que para lo otro ya tengo abundante información en google y sobre todo en youtube. Personalmente no me gusta hablar con robots, bueno, pueden pensar que soy un robotfobo, cosa que me importa medio pimiento y con el otro medio me hago un mojo. Ni siquiera me gusta hacerle preguntas al móvil, cosa que encuentro siniestra, pues me gusta mirarle a los ojos a la persona con quien hablo, así soy yo de antiguo. Conozco amigos que ganan dinero haciendo canciones con IA, ay, si Bach o Jimi Hendrix levantaran la cabeza..., y no sé qué pensaría Galileo si un robotico le diera lecciones de astronomía, que una cosa es saber mucho y otra ser un genio creativo. Mira, lo tienen cerquita, un genio creativo, mi amiga Lilit, que con un ojo pinta y con el otro escudriña el universo profundo, entre otras cosas.