Al parecer los aliens han elegido La Palma como base atlántica por varias razones: Es una isla poco habitada y con muchos recovecos. Se ve fácilmente desde el espacio exterior por los volcanes, el alumbrado de Navidad, esos tramos de colorines de las carreteras y los kilómetros y kilómetros de paredes sólo comparables a la Gran Muralla china. Luego les han llegado emisiones de radio que hablan de una isla bonita, verde e inteligente, y vienen aquí entusiasmados pues sus planetas son más bien sosos, y sus mujeres son verdes pero ni bonitas ni inteligentes, y esperan enamorarse en La Palma. Al parecer ya los hay entre nosotros, casados y con hijos. Lo de isla inteligente no les convence demasiado pues consiste básicamente en poner pantallas en todas partes informando de todo y así matando el encanto romántico y misterioso que tiene nuestra isla. Y ya saben, hay estudios científicos que demuestran que el índice de inteligencia de la humanidad ha bajado un cuarenta por ciento después que nos hemos digitalizado, etapa superada hace tiempo por los aliens de planetas considerados serios, que utilizan tecnología cuántica sintonisada con sus cerebros para comunicarse, viajar a grandes distancias y venir a la Tierra a pegarse grandes panfufetas en restaurantes caros y luego desvanecer en el aire sin pagar, cosa que no se les puede reprochar pues hace tiempo que sustituyeron el dinero por transacciones cuánticas de gran contenido ético. Ellos nos están estudiando de la misma manera que nosotros estudiamos las capacidades mentales de pulpos y chimpances. Los resultados de este estudio son francamente inquietantes y no hablan demasiado bien de nosotros, por ejemplo ellos dicen que tardan menos en llegar desde Alfa Centauri que los carteros en entregarte una carta en ciertos lugares del Valle, pero para eso no hacía falta venir desde tan lejos recorriendo distancias inconcebibles, aunque ellos dicen que igual que los palmeros dan la vuelta a la isla ellos se van de gira dando la vuelta a la galaxia. En fin. Que esto no salga de la punta del muelle.
